​​​​​El Centro Nacional de Sanidad Ambiental (CNSA) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ha organizado en el Campus de Chamartín del Instituto la primera jornada presencial de trabajo en torno a las radiaciones no ionizantes (RNI), una cita enmarcada en la actividad de la Plataforma Nacional de I+D en Protección Radiológica (PEPRI). La directora del CNSA, ​Ana Cañas, ha presentado la jornada, que ha sido inaugurada por Elvira Romera, presidenta de PEPRI.

Entre las radiaciones no ionizantes, un tipo de radiaciones electromagnéticas que emiten una energía menor que las radiociones ionizantes, están por ejemplo las radiaciones ultravioletas, las infrarrojas, la luz visible, las microondas y las radiofrecuencias.​ La frecuencia e intensidad en la exposición a radiaciones no ionizantes determinan los posibles riesgos para la salud.

El encuentro, celebrado en formato híbrido, se ha organizado en tres sesiones científicas. La primera, que tenía como objetivo establecer como punto de partida el escenario científico nacional e internacional en el estudio de las radiaciones no ionizantes, se ha iniciado con la participación de la coordinadora del grupo de trabajo de RNI en PEPRI, la investigadora del CNSA-ISCIII Arancha Sanchis Otero; la coordinadora del proyecto internacional GOLIAT, Mónica Guxens, del ISGlobal de Barcelona; la coordinadora del proyecto nacional EMERGE 5G, Conchi García Pardo, del iTEAM de la Universidad Politécnica de Valencia.

En esta primera sesión también han intervenido Jesús Manuel Paniagua, de la Universidad de Extremadura; Alberto Nájera López, representante del Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud (CCARS), que ha hablado sobre formación, comunicación y gestión de la percepción social del riesgo, y Roser Sala Escarrabill, del CIEMAT y coordinadora del Grupo de Trabajo de Aspectos Sociales en PEPRI, que ha explicado su experiencia en el manejo de aspectos psicológicos y sociales relacionados con los riesgos ambientales.

Valores muy por debajo de los máximos permitidos

La segunda sesión ha estado protagonizada por empresas del sector y representantes ministeriales, que presentaron necesidades presentes y retos futuros para seguir mejorando la protección de la ciudadanía frente a la RNI. Todas las contribuciones incidieron sobre el cumplimiento de los límites establecidos para la protección sanitaria de la población frente a campos de radiofrecuencias, que presentan valores muy por debajo de los máximos permitidos. Concha Muro Lupori, de Telefónica; Adrián Nogales Escudero, del Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación (COIT); Francisco Vargas Macos, del Ministerio de Sanidad, y Amara González Martínez, del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, han coincidido en recordar que los resultados actuales de investigación y las evidencias científicas existentes a día de hoy señalan que la radiación no ionizante no es un agente ambiental de riesgo. En todo caso, la investigación continúa, buscando más conocimiento sobre posibles efectos de la tecnología 5G en la banda de frecuencias más altas.

En esta segunda sesión también se ha destacado que, en relación con los niveles de campo eléctrico y magnético de bajas frecuencias, generados por la red de transporte y distribución de la energía eléctrica, se está trabajando para establecer un marco legislativo estatal. Además, se han recordado iniciativas como el Plan Estratégico de Salud y Medioambiente (PESMA 2022-2026), que recoge diversas líneas de actuación relacionadas con los campos electromagnéticos.

La tercera y última sesión ha consistido en una mesa redonda en la que se ha debatido sobre posibles herramientas de colaboración, formación de consorcios, búsqueda de nuevas vías de financiación y, en definitiva, de mejores medios para seguir vigilando y midiendo la exposición a la radiación no ionizante y estudiando sus posibles efectos en la salud. Elvira Romera, presidenta de PEPRI y consejera del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), ha clausurado el encuentro recordando a los principales agentes de la actividad nacional la relevancia de seguir fomentando la investigación en torno a la radiación no ionizante y su relación con la salud humana y el medio ambiente, y la importancia de impulsar la transparencia y la comunicación para mantener informada a la sociedad. ​​